Coloquio contra ti.

¿Por qué eres inmune a mis palabras?

¿Por qué no las aprecias cuando te hablan?

Me atrevo a poner en duda que tienes miedo a sentir,

pero ahora comprendo que eres así,

consumes a la gente y la vas llenando de ti.

Las acostumbras a tus besos,

a unos gestos que salen por puro deseo, nada de sentimientos,

las dejas, las abandonas con tus pocas palabras diciendo que es lo correcto.

¿Para qué generalizar?, esto es lo que a mí me has hecho.

Sé que lo puedes hacer mejor,

que puedes llegar a matar solo con tu mirada,

que con tu voz rasgas corazones con simples palabras

que por salir de tu boca se agrandan

y más armas que al ser  yo tan débil no necesitabas.

A mí con tus ojos me encantas,

Con el sonido de tu aire me raptas

y da igual el por qué salga, esto dominado a desearte

y ahora con tu escasa labia me impides ansiarte.

Tu mente está cerrada a pensar

y tu corazón a sentir por los demás

más allá de la pasión y el deseo,

da igual la victima mientras se adapte a tu cuerpo.

Y a pesar del dolor que siento,

me queda el orgullo de saber

que yo fui uno de esos

que te sirvió para saciarlo durante cuatro besos.

¿Ya has leído esto? Y no piensas, no te atreves,

pasas de mis palabras y de lo que expreso

Tú con decir “no te siento” lo das todo por resuelto

y te atreves a utilizar mi palabra “absurdo”

para definir lo que es recapacitar sobre estos versos.

Creo que esto es mucho para tu pesado cerebro,

tan lento por no ser utilizado para recapacitar sobre tus pensamientos,

pero si piensas en tus deseos,

pero bien sabrás que parte se utiliza para eso.

Así que debo ser directo y decirte claramente el egoísta que en ti veo,

por todo lo escrito en este texto

queda reflejado que eres un palabrero

que pasivamente me dirás “haya con tus pensamientos”

y con ganas me mandarás a los 4 vientos

para buscar el lugar donde mandaste cada uno de nuestros besos

¿Y qué culpa tengo yo que seas así?

Y yo pensaba que en buenos brazos caí.

Advertido estuve y ahora más aun,

pero de nada me sirve

pues de mal y de bien solo me llenas tú.

Muases!