El Sol no calienta mi helado corazón,
la marea no devuelve mi cordura
y entre el bosque de mi vida siguen tus huellas.
Pasan pájaros y anidan.
Crecen pajas y espigas.
Solo gusanos en la tierra,
sustento para nada que sirva.
La oscuridad de la noche camufla lo húmedo y salado de mis sueños,
el viento silba cada palabra no dicha
y entre las montañas de mi vida resuenan cada día.